Ella, la bruja y la otra



Anoche soñó con vos.

Venías a visitarla pero te acompañaba otra mujer; 

era alta, muy delgada, mayor, y, aunque  su rostro era bello, tenía una cicatriz grande en el pómulo izquierdo que la hacía ver fea.

Le decias que venías con otra mujer porque te había apoyado en momentos difíciles y que incluso te había prestado dinero, pero que con esa, nunca podías tener relaciones porque  no podía o no quería.

Allí, ella saltaba sobre vos, muy molesta. 


Sintiéndose traicionada, te agarraba por el cuello y te preguntaba que si entonces, sólo habías estado con ella por sexo.

Pero al terminar de preguntar, te sentía cerca de nuevo, quería besarte y te decía que no importaba que fuera así. 

Que te extrañaba demasiado.

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