El Silencio
Vacía, sin argumentos, sin conceptos, sin teorías ni bibliografias que sirvan, sin referentes, sin nada. Sin palabras, sin respuestas ni reacciones a la locura y a la injusticia de un mundo que parece como un reality show en el que todos actúan, corren, gritan, fingen y sonríen. Me declaro vencida, perdedora, sin premio, sin lugar, sin sentido. Si la vida es un concurso, pues que ganen los tramposos, los más fuertes y veloces. Qué después de la hecatombe sólo quede la fruta, la semilla en la tierra, la mariposa en la flor, el recuerdo del hombre, la poesía y el silencio.