Carta al Señor Casado

No podría ser su amante.
Imagínese la ansiedad,
No la soportaría ni un día.

Sería muy difícil
¿Se imagina?
Pasar todo el fin de semana
Sola
Esperando a que se escape,
esperando a que aparezca de repente.

Acaso, 
¿Qué me ofrece usted?
¿la pasión que ya no le inspira su esposa?

No voy a ser su amante 
Imagínese la tortura
Yo aquí,
Necesitándolo.
Y usted allá,

Sin mí.

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